bisontes, ángeles, el secreto de los pigmentos perdurables y los sonetos proféticos.
Sigo con un hilo ambiental ochentero que ya huele a rancio en mi casa.
Hoy fue un día de perderme sola, sin conexión, sin cobertura, sin saldo y sin nada. Me estoy acostumbando a tener 90 céntimos de saldo y no recargar el móvil hasta que la amenazas de "venderán tus órganos en Ciudad Juarez algún día cuando te secuestren" suben más de la cuenta.
Anoche soñé que había una gotera enorme en el techo de mi casa que llenaba de gotas diminutas la mesa de cristal del salón, justo cuando me daba cuenta de las gotas reflejándose en la mesa el techo se venía abajo y mi gato se electrocutaba con el cable de la tele y se quemaba la boca que se le derretía como la barbie del video de soundgarden.
Siempre me gusto la imagen de la barbie derretida, tanto, que grabé el video y lo estuve parando en seco durante meses, aunque de eso hace ya años.
No se que significa el sueño, si sirve de consuelo están estudiando las cañerías de mi bloque porque tienen fugas cada dos por tres.
Últimamente me despierto chillando todas las noches, bueno, yo chillo, lo que pasa es que no se me oye.
Vuelvo a soñar que me matan, me persiguen o me laceran la cara con cuchillas y sé que estoy soñando pero ni me puedo despertar ni moverme.
Ahora suenan los Pixies, estuve a punto de comprarme el surfer rosa y el doolittle el viernes pero acabe en la sección de libro de bolsillo con una portada de alguien comiendo una piruleta. Supongo que volveré un día de estos y encontraré el libro de Silvia Plath con la portada adecuada. También comprobé que no tienes que saber quienes son las Aventuras de Kirlian para trabajar en el fnac con nómina fija, y claro, entonces me resulta un poco difícil explicarte porque tengo el póster de las piernas del contempopranea si nunca has escuchado "en un día gris".
Pero da igual, tampoco me importaría decir que es porque sueño con operarme las piernas justo después de lobotomizarme el angioma que me crece dentro.
A la altura del pecho más o menos.
Ayer no estuvo mal volver a casa sola, con ese hombre fumador que se sento justo en medio del paseo de la independencia a mirar a los que pasaban y tenía más o menos la misma cara que yo pero con más barba.
En el imaginarium siempre descubres metáforas crueles sobre muñecos que no saben estar derechos frente a una mesa y se caen por culpa de sus cabezas grandes.
Eso pasa a veces, sí.
Ya soy una experta cortando a medida el papel de liar que se sale demasiado en la liadora nueva, que es de metal y hasta me da un talante de fumadora digna, será por eso que cada día me hacen un descuento de 10 céntimos en el café....
Ahora suena counterfeit. Que gran verdad, todo lo que dices es falso, esta en clave ... es que no enseñas nada...llamémoslo instinto de protección con mascota rescatada.
Esta noche viviremos una hora más (ahora es cuando en vez de venirse mi techo abajo cae confeti y sale alguien del pastel de nata) lo que se traduce en escribir hasta que se me reviente la muñeca y terminar tirándome encima de la colcha de medio lado.
Seguro que acabo desviándome del plan inicial abriendo tapas de libros equivocados.
Algún día hare un tratado kabalístico sobre libros que deben guardarse sobre 7 llaves.
Uno creo que anda de viaje; otro se envolvío de naranja, claro; el peor de todos preside la estantería que ahora está enfrente de donde estaba antes ( y tiene su marcador perdido, que algún día parecerá y mandará a la mierda al resto de trocitos de papel higiénico que uso para marcar páginas y que convierten a mis libros en baños públicos con pintadas para releer entre líneas); el actual no me cabe en la mesilla y hace que me doble un poco cuando me subo en el bus y sé que lo llevo encima, y que tiene demasiadas coincidencias dentro como para dejar de prestarles atención.
"Annabel era, como el narrador, de origen híbrido: medio inglesa, medio holandesa. Hoy recuerdo sus rasgos con nitidez mucho menor que hace pocos años, antes de conocer a Lolita. Hay dos clases de memoria visual: con una, recreamos diestramente una imagen en el laboratorio de nuestra mente con los ojos abiertos (y así veo a Annabel, en términos generales tales como "piel color de miel", "brazos delgados", "pelo castaño y corto", "pestañas largas", "boca grande, brillante"); con la otra evocamos instantáneamente, a ojos cerrados, en la oscura intimidad de los párpados, el objetivo, réplica absolutamente óptica de un rostro amado, un diminuto espectro de colores naturales (y así veo a Lolita).
[...]
Entre otros tesoros perdidos durante los vaganbundeos de mi edad adulta, había una instantánea tomada por mi tía que mostraba a Annabel, sus padres y cierto doctor Cooper, un caballero serio, maduro y cojo que aquel verano cortejaba a mi tía, agrupados en torno a una mesa en la terraza e un café. Annabel no salió bien, sorprendida mientras s inclinaba sobre el chocolat glacé; sus delgados hombros desnudos y la raya de su pelo era lo único que podía identificarse ( tal como recuerdo aquella fotografía) en la soledad bruma donde se diluyó su perdido encanto.
[...]
Esa fotografía fue hecha el último día de aquel aciago verano y pocos minutos antes de que hicieramos nuestro segundo y útimo intento por torcer el destino.
[...]
Cuatro meses después, Annabel murió de tifus en Corfú.
[...]
Estoy persuadido, sin embargo, de que en cierto modo, fatal y mágico, Lolita empezó con Annabel.
[...]
Era la misma niña: los mismos hombros frágiles y color de miel, la misma espalda esbelta, desnuda, sedosa, el mismo pelo castaño. Un pañuelo a motas anudado en torno al pecho ocultaba a mis viejos ojos de mono, pero no a la mirada del joven recuerdo, los senos juveniles. Y como si yo hubiera sido, en un cuento de hadas, la nodriza de una princesita, reconocí el pequeño lunar en su flanco."
#listen to: los piratas -- todo es una mierda
#Current mood: just like I swallowed half my stash, I never ever want to crash.